Spotify, Viajando con Chester, Viajando con Chester «Darle su merecido».
https://play.spotify.com/user/viajandoconchester/playlist/0rpdYip0Kc48nv64JxBgVV
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com
🕶Web Oficial🕶
Spotify, Viajando con Chester, Viajando con Chester «Darle su merecido».
https://play.spotify.com/user/viajandoconchester/playlist/0rpdYip0Kc48nv64JxBgVV
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com
Viajando con Chester, 07 de Diciembre de 2014, cuatro.
Viajando con Chester: “Darle su merecido».
Buscar un amor.
Menuda tontería.
Eso es para cursis.
Para gente aburrida… adolescente… o directamente débil.
El amor, por muy de verdad que sea, no hace más que traerte problemas.
Dependes de otra persona.
Sufres por ella.
Estás todo el día como atontao.
El amor no mueve el mundo, el amor lo empuja.
Lo aprieta. Lo estresa.
Y cuando lo tiene al ahí al borde del precipicio lo deja caer.
Y luego quién es el guapo que recoge los trocitos, eh?
Porque al dejarlo, lo deja todo perdido.
Buscar un amor, total para qué.
Para sentir mariposas en el estómago.
Para ver una película los domingos haciendo la cucharita.
Para hacer planes juntos.
Para reír juntos.
Para llorar juntos.… Viajando con Chester.
Los hijos de los faraones imagino que tendrían una vida digamos que abarrotada.
Y es que sólo a Ramses II se le atribuyen más de 130 descendientes, imagino también que con diferentes mujeres.
Del mismo modo, ser hija de una faraona tampoco debe de haber sido fácil.
Y pertenecer a una de las estirpes artísticas más importantes del país, todavía menos.
Mi primera invitada lleva varias décadas demostrando que por muy alargada que sea la sombra de tu madre, siempre existirá un hueco para brillar con luz propia.
Pero antes, hay un pequeño asuntillo pendiente que tenemos que resolver ella y yo.
Cara a cara… Face to face.
Un abrazo de reconciliación es de los que te atrapan el cuerpo mientras te liberan el alma.
Y es que para avanzar por la vida es necesario esto que acabáis de ver, ir cicatrizando errores en los que algún día nos dejaremos la piel o incluso las ganas.
Y hablando de ganas. Os tengo que reconocer que en un principio no me apetecía mucho, o más bien nada, sentarme con mi siguiente invitado.
Él es actor. Un muy buen actor por cierto. Y he visto varias de sus películas, incluso alguna que considero mítica.
Sin embargo, hay algo que me echaba patrás a la hora de sentarlo en el Chester.
Se lo digo? O no se lo digo? Se lo digo? No, no se lo digo?
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Artículo publicado el domingo, 7 de Diciembre de 2014 en ElPeriódico.com

«He perdido el tiempo. Que alguien me ayude, porque no sé dónde lo dejé. Era un tiempo así como breve, hermoso, delicado, lleno de buenos momentos y de alguno malo también. Seguro que lo reconocerás enseguida. No tiene pérdida posible, por eso me extraña haberme despistado con tanta facilidad. No hay otro tiempo así. O al menos yo no lo recuerdo. He perdido el tiempo y necesito encontrarlo. Razón aquí y ahora. O mejor dicho, ya.
He perdido el tiempo contigo. Y la verdad, no sé cómo ha podido volverme a pasar. Porque esta vez lo teníamos todo atado y bien atado, a buen recaudo, y encima sin necesidad de pasar por ningún sitio a firmar. Sabíamos que lo nuestro era especial. Lo sentíamos, no hacía falta ni decirlo, lo sabíamos y ya está. Lo teníamos tan claro que lo único que nos daba miedo era dejarlo escapar. Y en cambio, lo tratamos como si fuese de lo más rutinario. Lo capullos que fuimos, dios. Lo irrepetible que era esta ocasión, y la oportunidad que la vida nos brindó. Como si después de lo que hemos vivido, nos mereciésemos volver a querernos bonito, volver a volar. Y tú y yo ahí, como si no fuese con nosotros. Hemos vuelto a hacer lo de siempre, darlo todo por hecho, sin darnos cuenta de que lo que se estaba haciendo en ese momento no se volvería a dar más. Nunca más.
Pero que no cunda el pánico, porque he perdido el tiempo solo también. He creído que las cosas que no pasaban era porque no tenían que pasar. Viéndolas venir, esperando a la vida repanchingado, en vez de mover el culo e irla a buscar. Y de ese modo sólo te vienen malas noticias. Porque esa es la gran diferencia entre las buenas y las malas noticias. Que las malas siempre vienen solas, sin necesidad de que hagas nada. Las buenas, en cambio, sólo les llegan a los que se embarcan dispuestos a naufragar.
Le he exigido a la vida tantas veces una nueva oportunidad. Como si fuese algo más que un derecho, como si fuese su responsabilidad. Y ella, que ya es de por sí puta cuando no le exiges nada, imagínate cuando encima le vacilas y le vas de guays.
He perdido el tiempo dedicándoselo a gente que no valía la pena. Y echando de menos a los de verdad, diciéndoles a ver cuándo nos vemos, mintiéndoles a ellos y a mí una y otra vez, dejando sus vidas pasar. Borrándome de sus fotos futuras, comiendo en casa solo, en vez de ir a comer con mamá. Llamando a tipos y tipas irrelevantes, gastando minutos en cosas urgentes en vez de hablar de lo que de verdad importa, repasando agendas y dietarios en vez de las curvas y líneas rectas que tienden hacia la felicidad.
Por eso aquí ando, buscando de nuevo ese tiempo perdido. Otra pérdida de tiempo, pensarás. Pero la verdad es que me importa muy poco lo que pienses ahora. Necesito encontrar ese tiempo y ponerlo de nuevo a pasar. Además, habérmelo dicho entonces, cuando perdía el tiempo. Haberme avisado cuando todo me daba igual.
Hoy me queda menos que entonces, hoy el paso del tiempo se ha acelerado y ha cogido velocidad. Y sin embargo aquí estoy, como un imbécil gastándolo en algo tan improductivo como recordar. Echo de menos el tiempo perdido. Y lo quiero recuperar. Lo pienso recuperar. Y lo voy a recuperar.
Hoy quiero decir las cosas que siento cuando las sienta. Esté sentado con quien esté sentado. Y si estamos acostados ya ni te cuento. Y si cuando se lo digo no le gusta, él o ella verá. Hoy me da lo mismo caer mal o regular. Porque si para caerte bien tengo que ser otra cosa, prepárate para aguantar. Hoy, además, soy menos exigente con los demás. Porque ahora sé lo que cuesta arriesgarse y lo difícil que es acertar. Es curioso, cada vez juzgo menos y cada vez me juzgan más. Pero también soy menos transigente con la falta de inteligencia, de higiene y -sobre todo- de humanidad. Hoy creo que una conversación puede ser sanadora. Y que un silencio fuera de tiempo te puede acabar de condenar. Callarse es cada vez más peligroso. Y negarse a aceptar algo puede ser un principio para encontrar un pedazo de eso que llamamos verdad.
Quiero decir ‘te quiero’ cuando me dé por ahí, sin miedo a lo que me puedan contestar. Porque el miedo es eso que te pasa por dentro cuando estás a punto de hacer lo que tienes que hacer.
Hoy salgo de casa como quien aterriza en una ciudad que no ha visitado jamás. Con un mapa distinto cada día, con miles de monumentos a visitar. Y con una guía que se llama intuición. Y una maleta llamada recuerdo. Y una divisa que no admite cambio alguno y se llama honestidad.
No me malinterpretes, puede que todo esto te parezca una parida, una pérdida de tiempo, o puede que incluso le hayas encontrado algo de utilidad. Pero te lo digo con todo el cariño, me la suda. Como que me da igual. Con amor del rico rico. Muá.
Porque yo ya he perdido el tiempo, pero del muy bueno y en cantidad.
Puede que me haya vuelto loco, o viejo, o todo a la vez.
Y puede que eso sea lo único que me vaya a volver jamás.»
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Al finalizar cada conversación, el invitado de Risto Mejide pone a subasta pública su Chester y los beneficios obtenidos por la puja del sofá se destinarán a una ONG o Fundación Social de su elección.

En ‘Viajando con Chester’, el verdadero protagonista no es el invitado de la charla, ni Risto Mejide, sino el propio Chester, un sofá muy especial elegido por cada invitado y que pasará por los más variopintos escenarios de nuestra geografía.
Un convento, una sala ministerial, un garaje o, incluso, debajo de un puente son algunos de los escenarios en los que Risto y un personaje de actualidad tendrán la oportunidad de mantener una conversación, una charla pendiente sentados sobre cada Chester.
Los dos Chester de cada semana, tapizado según los gustos y la personalidad de cada invitado al programa, se subastan y la recaudación se destina a una causa benéfica elegida por cada personaje.
INSTRUCCIONES PARA PUJAR POR LOS CHESTER DE CADA PROGRAMA
Una vez en la pantalla de puja, introduce la cantidad deseada y pulsar sobre el botón ‘Pujar’ (la primera vez tendrás que completar el registrorequerido por esta página).
Las subastas benéficas de cada sofá estarán activas hasta que comience el siguiente programa en Cuatro.
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
El domingo, 7 de Diciembre de 2014, a las 21.30 horas en ‘Viajando con Chester’, cuatro.
El próximo domingo, Lolita Flores y Alberto San Juan se sientan en el chester de Risto Mejide.
«Después de la muerte de mi hermano fue una revolución lo que yo viví y toqué las drogas. Me metía coca y bebía, el dolor me hizo caer en ese tipo de cosas», confiesa la artista.
En el espacio dedicado a San Juan, por el contrario, es Risto el que se confiesa. «Te voy a decir la verdad: yo no quería hacerte un chester, porque considero que todavía no te lo mereces», le dice al actor.
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Spotify, Viajando con Chester, Viajando con Chester «Poderoso Caballero».
https://play.spotify.com/user/viajandoconchester/playlist/2tx2WF88jrCMYxxVk18IuL
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com
Viajando con Chester, 30 Noviembre de 2014, cuatro.
Viajando con Chester: “Poderoso Caballero».
Brilla. Sal ahí afuera y brilla. Dispones de una sola vida para hacerlo. Un solo intento. Como decía mi abuela, sólo hay dos tipos de personas: los que lloran y los que fabrican pañuelos. Así que brilla. Sal sin miedo. Mañana es tarde, mañana vete tú a saber. Mañana lo único brillante será nuestra calva. Y algunos ni eso. El día es hoy. A qué esperas. Echa mano de tu buena estrella. Ilumina, irradia, comparte ahora lo que tengas de energía, de calor. Lo están esperando los demás, la vida te lo pide a gritos. Y si lo prefieres, te lo grito yo. Que les den a los que prefieran las sombras. Y claro que habrá nubes que te quieran tapar. pero tú brilla, pasa de ellas. Porque si no brillas ahora, puede que pases toda tu vida arrepintiéndote. Porque si no brillas ahora, puede que nunca la vivas Viajando con Chester.
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Artículo publicado el domingo, 30 de Noviembre de 2014 en ElPeriódico.com

«Queridos amigos, qué coño, iba a empezar con queridos amigos, pero prefiero empezar diciendo amados cabrones.
Porque sois unos cabrones. Todos.
Quería cenar con mis 40 principales. Y me he dado cuenta de que los de verdad apenas pasáis de los 30.
Quería que viniera todo el mundo sin pareja. Y sólo lo he conseguido con la mitad.
Quería montar una cena especial. Y he acabado montando la cena de siempre.
Al final, uno ya puede desear lo que quiera. Que será la vida la que te dará lo que le dé la gana.
Yo que voy por el mundo predicando eso de “Crecer es aprender a despedirse”, a la hora de la verdad lo que realmente deseo es crecer con vosotros.
Por eso, un año más, me siento orgulloso de lo que veo alrededor de esta mesa.
Estáis los de siempre, los de toda la vida. Los que corríais conmigo alrededor de la piscina de Bará. Los que os burlabais de mi primera moto en Vidreres. Los que compartíais campanas conmigo en ESADE. Los que me sufristeis cantando en un grupo de música. Y los que me enseñasteis a dejar constancia del desastre en mi primera maqueta. Los que me conocisteis en una boda extraña. Los que me pusisteis delante mi primer contrato en publicidad. Y mi primera empresa. Estáis los que vinisteis más tarde, y lo hicisteis para quedaros. A alguno de vosotros os conocí en una reunión. A otros, en una agencia. A otros, en un plató de televisión. Y al resto, mejor no lo explicamos.
Yo, que pensaba que la vida no te regalaba amistades después de los 30. Y aquí estoy, comiéndome mis palabras, estrenando comensales años después. Y todo porque la vida sigue demostrándome cada año que no tengo ni puta idea. Que el único eslogan que siempre se cumple es el que siempre me digo vayan bien o vayan mal las cosas: Y ESPÉRATE.
Os admiro. Os admiro a todos y cada uno de vosotros. Por cosas distintas, es verdad, pero os admiro tanto que no soy capaz de expresarlo sin que suene cursi. Os admiro hasta cada uno de mis límites, que como sabéis, son muchos y muy variados. Y ése es el principio de la verdadera amistad. Una profundísima admiración. Y esta necesaria inseguridad de sentirme mucho peor que vosotros en tantas y tantas cosas. Sois el tipo de personas que algún día me gustaría llegar a ser.
Este año, como sabéis todos, ha sido uno de los más intensos de mi vida. Iba a decir difíciles, pero prefiero decir intensos. Hace exactamente un año, cumplía 39 a punto de desabrochar la relación más importante de mi vida, de reestructurar mi proyecto empresarial más importante, de intentar ganar un premio literario prácticamente inalcanzable y de presentar un piloto más para un programa en el que muy pocos creían. Cualquiera diría que estaba anticipando mi crisis de los 40. Pero es que me temo que éste que tanto os quiere lleva 40 años en crisis. De hecho, la última vez que estrené década, celebraba mi cumpleaños con unos amigos colombianos, en Miami, felizmente casado y a punto de cambiar de trabajo, de residencia y de estado civil.
Y hoy, hoy digamos que todo ha complicado. Para bien y para mal. Porque la vida se complica. Sobre todo si pretendes vivirla siendo fiel a lo que sientes. Y yo me siento MUY orgulloso de lo que siento.
Me he equivocado mucho con gente a la que quiero. Y vosotros habéis estado a mi lado, aunque supierais que no tenía razón. La amistad, ese reducto del apoyo irracional e incondicional.
Por eso os llamo cabrones. Pero también porque en algo debo de haber acertado. Porque aún así, y pese a todo, aquí estáis. Porque hacéis como que me queréis. Y porque yo estoy dispuesto a creérmelo.
Esto, lo que hoy hay alrededor de esta mesa, junto a un pequeño trozo de carne que aún no levanta un metro veinte del suelo, es lo que yo llamo éxito en la vida.
Esto y saber que existís, más allá de que lo comprobemos menos de lo que quisiéramos.
Aprovechad esta cena. Conoceos un poco mejor y entenderéis por qué digo lo que digo.
Quería cenar con mis 40 principales. Y me he dado cuenta de que los de verdad, afortunadamente, apenas pasáis de los 30.
Quería que viniera todo el mundo sin pareja. Y ahora echo de menos a la otra mitad.
Quería hacer un buen discurso. Y me ha salido esto.»
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
29 de Noviembre de 2004,



¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
El domingo, 30 de Noviembre de 2014, a las 21.30 horas en ‘Viajando con Chester’, cuatro.
Este domingo, Leopoldo Fernández Pujals, presidente de Jazztel y Johan Cruyff, exentrenador del Barça, se sientan en el sillón de ‘Viajando con Chester’ para someterse a la entrevista de Risto Mejide.
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Spotify, Viajando con Chester, Viajando con Chester «Ni te cases ni te embarques».
https://play.spotify.com/user/viajandoconchester/playlist/4EoqkyVH5gCyfuhW1po2VQ
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com
Viajando con Chester, 23 Noviembre de 2014, cuatro.
Viajando con Chester: “Ni te cases ni te embarques».
Un cristal es aquello que está entre tú y una realidad. Entre tú y una verdad. Entre tú y el resto de las cosas. La gracia del cristal es que siempre está ahí aunque tu no hayas elegido tenerlo. Nacemos con el cristal. Amamos tras el cristal. Y muchos mueren sin haberlo roto jamás. Nos hemos acostumbrado tanto al cristal que ya casi nadie lo mira y sobre todo ya casi nadie lo ve. Pero ahí sigue. Ahí está. Haciéndonos creer que es invisible. Ofreciéndonos una protección mentirosa. O una falsa sensación de seguridad. De hecho hay gente que se pasa toda su vida tras el cristal, pensándose que están sintiendo de verdad. Y hay gente que se pasa toda su vida Viajando con Chester.
Te embarcas cuando sales, cuando eres joven o cuando estás dispuesto a equivocarte, perdón, a casarte.
Mi abuela decía que lo importante no es nunca la edad que tengas, lo importante no es lo que seas capaz de hacer con ella.
Lo importante es que tus recuerdos jamás sean tan grandes como tus proyectos.
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Artículo publicado el domingo, 23 de Noviembre de 2014 en ElPeriódico.com

«Una relación es frecuencia. La frecuencia con la que hacéis cosas juntos. La frecuencia con la que no hacéis cosas por separado. La frecuencia con la que os veis y os dejáis ver. La frecuencia con la que os echáis de menos. La frecuencia con la que os estáis de más. La frecuencia con la que sentís. Con la que os reís. Y con la que lloráis, también. La frecuencia de vuestros planes. La frecuencia de vuestros recuerdos. La frecuencia de las benditas discusiones y de las malditas reconciliaciones. Frecuencias y más frecuencias. Frecuencia con la que os acostáis. Frecuencia con la que os abrís los ojos. O la cabeza. O el corazón. Frecuencia con la que os apartáis estando juntos y con la que os unís desde la distancia. Qué fácil se olvida uno de la frecuencia con que se hacen las cosas. Qué pronto se nos pudren y se tornan rutinas. Y qué fácil es olvidarse de que si no hay frecuencia, ni hay relación ni hay nada, pues puede que aún se sea, pero desde luego que ya no se está.
Un hábito es una frecuencia que nos gusta. Y un vicio es una frecuencia que nos hace mal. Cuántas relaciones que son hábito las mantenemos simplemente por vicio. Y cuántos vicios habituales acaban siendo un mero problema relacional.
Mi primera frecuencia en importancia fue, sigue siendo, y siempre será el error. Como le dije hace poco a alguien a quien aprecio, en esta vida encontrarás básicamente dos tipos de personas: la mala gente y los torpes. No hay punto medio, o vas a mala fe, o seguramente serás de los que se equivocan. Frecuentemente, sí. Por eso, hablar de frecuencias es hablar de distorsiones, de errores y de meteduras de pata. Dos veces en la misma piedra. Dos piedras de vez en vez.
Porque una vez es un punto, no tiene dirección en el espacio. Dos puntos, en cambio, marcan una línea recta. Y tres ya definen un plano. En cuanto existe más de un punto, ya intuimos un patrón. Una frecuencia. Y todo lo que se salga de ese tempo, es lo que acabamos llamando equivocadamente error.
Y hablando de errores. No hay mayor fallo que confundir frecuencias que se parecen mucho en apariencia, y sólo en apariencia. Por ejemplo, la frecuencia con la que se habla, que no tiene nada que ver con la frecuencia con la que se comunica. Porque hablar no es comunicarse. A que parece obvio. Pues no lo es. Uno puede hablarse todos los días y no decirse nada. Repasar la agenda como quien recita el listín telefónico y dejar congelado el sentimiento de hoy, por si lo recaliento precocinado para otro día. Hablar es sólo emitir. Comunicarse es preocuparse por que, además, te reciban. Y por supuesto, por la calidad de lo que se haya recibido. Y qué es la calidad sino la correspondencia entre lo que se estaba emitiendo y lo que se recibió.
Otro error básico muy pero que muy mío. Explicarme a mí mismo y a los míos por qué hago lo que hago y siempre del mismo modo. Distintas frecuencias, sí, pero siempre con la misma explicación. Y no. Así no funcionan las razones. Las razones son seres vivos. Mascotas emocionales que adoptamos tras cada acto llevado a cabo, y que desde el nacimiento mismo de nuestro recuerdo, se vienen a vivir con nosotros. Y las alimentamos, y maduran, y se desarrollan, y nos hacen compañía, y nos ayudan a estar mejor. Las razones son el mejor amigo del hombre y la más fiel amiga de la mujer. Un día, viendo la tele, te las miras por un momento y piensas cómo es posible que hayan crecido tanto, que ya no las reconozcas, con la poca cosa que eran cuando te las llevaste. Porque están vivas, y donde dijiste digo, dices Diego, y la verdad es que las dos suenan igual de bien y de adecuadas para el momento actual. No es que seas un puñetero incoherente, que también. Pero qué significa ser incoherente. Significa que tus razones crecieron y se fueron de casa. Y te dejaron solo otra vez. Las muy putas. Qué decepción.
Una relación es frecuencia. Cambia cualquier frecuencia y estarás cambiando la relación.
O mejor aún, cuida mucho tus frecuencias. Estarás cuidando tu relación.»
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
El domingo, 23 de Noviembre de 2014, a las 21.30 horas en ‘Viajando con Chester’, cuatro.
Adicciones, música, política, pasado y futuro son algunos de los temas que el cantante Melendi y el político de IU, Alberto Garzón, tocarán en la charla sobre el sofá ambulante de Risto Mejide.
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Spotify, Viajando con Chester, Viajando con Chester «A toro pasado».
https://play.spotify.com/user/viajandoconchester/playlist/5rOGY9LEyd7yTG5tCQosDx
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com
Viajando con Chester, 16 Noviembre de 2014, cuatro.
Viajando con Chester: “A toro pasado».
Las farolas son como las personas importantes de tu vida.
A toro pasado, todo se ve diferente.
Después de la batalla, todos somos generales.
Y quien juzga antes de escuchar, lo único que demuestra es que ni está, ni estuvo, ni se le espera ya.
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Artículo publicado el domingo,16 de Noviembre de 2014 en ElPeriódico.com

«Lo que faltaba. Ahora vas y me recuerdas lo que no hice. Me señalas lo que nos faltó. Lo que debería haberte hecho y no te hice. Lo que debería haberte dicho y no pronuncié. Lo que debería haber sentido y jamás sentí. O lo que no fui capaz de poner. La omisión, esa culpa por lo que no se ve, ese reproche al vacío de lo que ya se fue. Nadie debería echarse en cara lo que faltaba. Y sin embargo, cuántas ausencias fueron más causa que consecuencia, cuántas relaciones se acaban por razones ajenas a la realidad.
Lo que faltaba. Siempre lo que faltaba. Sólo y únicamente lo que faltaba. No sé qué tiene lo que faltaba, que jamás puede llegar a ser compensado por lo que sí estuvo, por todo lo que sí se dio. Es así de jodido. Así de inexorable. Así de mal. Te guste o no. Y es que por muy completa que fuese tu relación, por mucho que se exprimiese el amor, siempre habrá más cosas que se quedaron fuera. Porque todo fuera será siempre más grande que cualquier dentro. Por definición. Por eso el dentro es más precioso. Por eso hubo que protegerlo lo mejor que supimos. Por eso al cabo del tiempo se nos escapó. Por eso se nos escurrió entre los dedos. Porque se diluyó lo que sí teníamos entre todo lo que faltaba y todo lo que al final nos faltó.
Lo que faltaba. Lo que ya no puedes ni deseas cambiar. Por mucho que lo intentes, ya es tarde y ahora sería hasta de mal gusto, fatal. Como ese beso en la mejilla de cualquier ex. Como esas cartas que no son ni devueltas al remitente porque el destinatario ya cambió de dirección. Como esa llamada perdida en el móvil del que ha muerto, que nadie se molesta ni en contestar. Las cosas que llegan tarde no es sólo que estén desfasadas, es que están mal. No sólo por su momento, sino por su intención. Porque es la intención la que se nos quedó caduca. Y nos recuerda lo que sentimos y ya no está vivo. Lo que fuimos y jamás volveremos a ser. Porque volveremos a ser otra cosa. Pero eso ya no.
Lo que faltaba. Verte preciosa. Verte radiante. Verte feliz. Todo lo que siempre quise para ti. Y resulta que sólo lo consigues gracias a no estar conmigo. Esa luna llena que hoy todos admiran está patrocinada por este sol que ya se va. Justamente el único selenita que sobraba en el firmamento de tu vida. Me voy atardeciendo y tornándome rojizo, enfriándome de a poco y a sabiendas de que cuanto más me ausente, mejor estarás, mejor te irá. Para que otros puedan contemplar la belleza de lo que hicimos juntos. Lo mucho que tú eres gracias a lo poco que yo fui. Y mientras, sigo vagando por la otra cara del mundo, tratando de convencerme de que volveré a encontrar otro satélite, aunque los dos sepamos que ya no hay más.
Lo que faltaba. Encima va y me dices que ahora sí que has cambiado. Que has aprendido tanto de nuestra ruptura y de nuestra relación. Que cometerás quizá otros errores, pero esos ya nunca más. Ahora que ya aprendiste, ahora va y lo va a disfrutar el siguiente. Él, ese individuo al que aún no conoces ni tú, pero que ya puede contar con toda mi envidia y frustración. Él, sin duda algo menos capullo que yo, que te encontrará al final de nuestro camino y no tendrá que pasar por lo que pasamos los dos. Él, un cualquiera que te llevará hasta vete tú a saber dónde, y si lo consigue, si es que tiene el valor y el coraje de conseguirlo, siempre habrá sido gracias al recorrido que juntos hicimos los dos.
Dale las gracias por conseguir todo aquello que yo no supe.
Y una buena patada en los huevos.
Que eso también nos faltó.»
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
El domingo, 16 de Noviembre de 2014, a las 21.30 horas en ‘Viajando con Chester’, cuatro.
Supervivencia, braguetazos, familia… María Belón, la superviviente española que sobrevivió al tsunami que costó la vida a miles de personas en 2004 y cuya experiencia inspiró la película de ‘Lo imposible’ y el torero Francisco Rivera, exmarido de Eugenia Martínez de Irujo, se sentarán esta semana en el sofá de Risto. Domingo a las 21.30 horas.
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.

¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com
Spotify, Viajando con Chester, Viajando con Chester «Especial Fronteras Catalanas».
https://play.spotify.com/user/viajandoconchester/playlist/2k4xWQgguahJzzoKw86Iid
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com
Viajando con Chester, 9 Noviembre de 2014, cuatro.
Viajando con Chester: “Especial Fronteras Catalanas».
La paz es la ausencia de vecinos. Tan utópica como deseable. Hubo un día en que los hombres decidieron que para separar a sus vecinos de los que no lo son, trazarían una línea en el suelo. Justo en ese momento, inventaron la primera frontera. Era un invento perfecto. Se podían poner en cualquier sitio, incluso en la mente de cada uno, fronteras lingüísticas, económicas, culturales …e incluso imaginarias. Y estas últimas son las que vamos a usar hoy. Imaginaremos qué pasaría si una Catalunya independiente tuviese fronteras. Al norte, con Francia, al oeste, con Aragón, y al sur con Valencia. Porque todas las fronteras tienen sus habitantes y a todos ellos les invitamos hoy a que disfruten Viajando con Chester.¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Artículo publicado el domingo, 9 de Noviembre de 2014 en ElPeriódico.com

«Veinticinco años de la caída del Muro de Berlín, veinticinco años del fin de la guerra fría y del inicio de la Europa tal como la conocemos hoy, veinticinco años de la Glasnost y la Perestroika de Gorbachov, veinticinco años de una pregunta incómoda de un periodista italiano que llegó tarde a la rueda de prensa de un alto mando del Politburó, y veinticinco años de una respuesta errónea e improvisada que cambiaría el curso de la historia.
Y sin embargo a mí, que cumplía entonces 15 años por primera vez, lo que más me inquieta ahora es la necesaria diferencia entre un muro, una tapia, un tabique y una pared maestra.
Todos parecen lo mismo, porque todos están pensados para separar. Dividir. Segmentar. Esa tarea tan humana y tan divina, digámoslo de una vez. Porque si hay algo que nos acerca a los dioses es esta manía por separar a los semejantes mediante cualquier invento, ya sea la raza, el sexo, la altura, el peso, la religión, la ideología, la procedencia, el nivel socioeconómico, la lengua o la cultura. Da igual. Cualquier excusa es buena para olvidar durante un rato lo iguales que somos todos y lo mal que a la hora de la verdad llevamos tanta igualdad.
Alguno se creerá aún que todo lo que se separa está más protegido. Suele ser quien cree que los demás son una amenaza porque cree que todos son de su condición. Él verá. Pero vayamos al lío. Veamos en qué se diferencian un muro de una tapia de un tabique de una pared maestra. Porque no sé si lo has notado, pero no tienen absolutamente nada que ver.
Un muro es una vergüenza levantada con la piedra del prejuicio y sostenida con el cemento más resistente que existe, esa amalgama compacta de miedo e ignorancia a partes iguales. La mayoría de muros son de exterior, aunque los más altos e infranqueables se encuentran dentro de nosotros. Son los que no se ven, pero se notan. Caray si se notan. Basta con fijarse en que al construirlo, se crean automáticamente dos bandos, y siempre ocurre lo mismo, a un lado crece la mala hierba de la demagogia, y al otro la de la contradicción. A un lado la casta, al otro el populismo. A un lado la tarjeta black, al otro la cartilla del paro. No hay que preocuparse mucho por su durabilidad: ninguno resiste ante la suficiente dosis de sentido común y humanidad.
Una tapia, en cambio, es alguien que parece que oye, pero no escucha. Como Rajoy a Catalunya. Como Mas a Madrid. Como Monago a las Islas Canarias. Como Esperanza Aguirre a su número dos. El runrún está al otro lado, pero no deja de ser ruido. Molesta, pero no mueve a la acción. Alimenta, pero no engorda. Yo a lo mío, y a los del otro lado que les den.
Un tabique no deja de ser muy parecido a un muro, pero es como más fino, más sutil y encima de interior. Afecta a lo que creemos, a lo que pensamos, a nuestra manera de actuar de puertas para adentro. Es algo que hemos levantado porque antes no estaba ahí, y sin embargo lo pusimos nosotros consciente o inconscientemente, y ahí se quedó. Es algo que podríamos derribar y seguir funcionando perfectamente. Y sin embargo, siempre nos da miedo hacerlo, vete tú a saber por qué. La verdad es que el día que lo hacemos, que lo tiramos abajo, de pronto, nuestro espacio es más amplio, ganamos en metros y qué coño, hasta se respira mejor. La infanta al banquillo, oye pues por qué no. Que ya va siendo hora.
Para terminar, están las paredes maestras. Parte fundamental de la estructura de nuestra vida. Esqueleto de lo que sabemos o creemos saber. Principios básicos de funcionamiento. Para pasar por ahí, debería mudarme de habitación, de casa y hasta de edificio, pues cualquiera se queda a vivir después de agujerearlo. Puede haber un antes y un después, y seguramente hacerlo nos deje abocados al derrumbe. Un por ahí no paso. Un hasta aquí hemos llegado.
Al final, hace veinticinco años no éramos mejores personas, pero igual sí más felices.
Hace veinticinco años derribamos un muro y hoy todavía lo celebramos.
Como si no hubiéramos levantado ninguno más desde entonces.»
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
El domingo, 9 de Noviembre de 2014, a las 21.30 horas en ‘Viajando con Chester’, cuatro.
Risto Mejide recorre los límites geográficos que separan Cataluña de Aragón, la Comunidad Valenciana y Francia para charlar con ciudadanos anónimos y políticos de todas las ideologías sobre la posibilidad de independencia de Cataluña y las consecuencias que tendría sobre su vida diaria. Este domingo 9 de noviembre, a partir de las 21:30 h, en Cuatro.
El 9N también ha llegado a “Viajando con Chester”. Uno de los días marcados en rojo en la agenda política nacional no podía pasarle por alto a Risto y su inseparable sofá. Sin embargo, en esta ocasión no serán los altos representantes políticos y sus ideas sobre la independencia o la unidad quienes tengan la ocasión de exponer y debatir sus argumentos. “Viajando con Chester” se embarca en una travesía por la línea fronteriza que separa Cataluña de las comunidades y países limítrofes para conocer las opiniones de los primeros implicados, físicamente hablando, en la posible independencia de Cataluña. Ciudadanos anónimos y representantes políticos de pequeñas poblaciones, acostumbrados a cruzar diariamente fronteras imaginarias, protagonizan este programa especial, “Fronteras catalanas”.
Para este viaje tan excepcional, donde los puntos de vista y las opiniones son tan dispares, Chester¸ el involuntario tercer protagonista de cada programa, ha optado por “secesionarse” en dos, una mitad con la bandera española y otra con la senyera catalana. La pregunta implícita en su tapicería, y con la que recibirá a todos sus invitados, está clara: “¿En qué lado te quiere sentar?”. En el lado opuesto del sofá (ya sea el lado catalán o el español) Risto irá recibiendo a los 13 invitados que explicarán sus diferentes puntos de vista, a pie de frontera, respecto a la independencia de Cataluña. ¿Repetirán argumentos ya usados desde las altas esferas de Madrid y Barcelona o, por el contrario, enseñarán que en los límites geográficos este tema se vive distinto?
Primera parada: Puente Montañana, un pueblo partido por la mitad
Risto y Chester llegan a la frontera de Huesca y Lérida, hasta Puente Montañana, un pueblo partido, literalmente, en dos. Hay casas con el salón en Aragón y la cocina en Cataluña. Aquí el concepto frontera es cuanto menos difuso, pues sus vecinos se pasan el día atravesándolas sin darse cuenta. Tanto es así que hasta los políticos parecen haber cruzado la línea de sus partidos y se encuentran en el otro lado. Javier Bergua, alcalde de Puente de Montañana (CDF, Convergencia de la Franja) está en contra de la independencia; Mercè José, concejala del PP, está a favor. Y entre medias, Toñet Ferro, un pastor ya entrado en años, que tiene respuestas para todos: “A mis ovejas nadie las pedirá pasaporte. Pastarán como siempre, donde esté la mejor hierba”.
Xavier Ricou, periodista, pondrá el punto sobre la í en tan controvertida cuestión y hará cambiar de parecer a Risto en más de una ocasión. Y de dos. Y de tres.
Segunda frontera: El Valle de Arán, independientes de la independencia
Lo que Risto y su sofá encuentran en uno de los enclaves más hermosos de la geografía peninsular es cuanto menos sorprendente. Aquí no hay polémica sobre si se sienten franceses, catalanes o españoles. La respuesta es mucho más sencilla (y compleja a la vez): son araneses. Y punto. Su deseo es lograr la independencia plena. “ Los agravios catalanes respecto a Madrid se reproducen en el caso de Arán respecto a Cataluña”, explica Francesc Boya, líder de Unitat d’Aran y senador del PSC. Sobre otra polémica cuestión, la Liga de Fútbol y el futuro de los equipos catalanes, hablará Henry De Laguerie, periodista y corresponsal francés en Barcelona de Radio Europe1: “El Barça ha preguntado de forma muy discreta a ver si puede jugar en Francia. A la gente que le gusta el fútbol en Francia estaría encantada, pero claro…”.
Tercer enclave: Senia, el río que marca dónde te queda el hospital
Alcanar en la margen izquierda; Vinaròs, en la derecha. Cataluña y Comunidad Valenciana con el río Senia como frontera natural. Dos partidos gobernantes, ERC y PP, enfrentados. Y unos vecinos unidos por cuestiones tan básicas como el hospital de referencia al que acuden (Alcanar lo tiene a 30 kilómetros. Vinaròs, sólo a seis) o la lucha contra la plataforma gasística Castor, que afecta a las costas de ambos municipios. ¿Seguiría todo igual con la independencia?
“ De nosotros sólo se acuerdan cada cuatro años, cuando toca que nos movilicemos y vayamos a las urnas”, resume Inma Castell, también periodista.
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
El domingo, 9 de Noviembre de 2014, a las 21.30 horas en ‘Viajando con Chester’, cuatro.
Risto cambia la mecánica habitual de ‘Viajando con Chester’ para tratar el tema de la independencia de Cataluña. En lugar de charlar con dos personajes públicos, el presentador sentará en un sofá con los colores de las banderas de España y Cataluña a más de media docena de personas, incluidos un pastor catalán, varios periodistas o un concejal independentista del PP.
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Urbrands de Risto Mejide, Premio Espasa 2014.
Entre todos los participantes se sortearán 2 ejemplares de URBRANDS firmados por Risto Mejide.
Click aquí para participar en el concurso.
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com
Spotify, Viajando con Chester, Viajando con Chester «Cara o Cruz».
https://play.spotify.com/user/viajandoconchester/playlist/5t6WTpawcX62geV8X8ttSV
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com
Viajando con Chester, 2 Noviembre de 2014, cuatro.
Viajando con Chester: “Cara o Cruz».
Seguro que te has fijado alguna vez.
Bueno, pues a ver qué pasará la semana que viene?
Habrá consulta de costillada?
Saldrán los tanques a pasear?
En qué banda jugará Messi?
Atención al especial que os tenemos preparado: Chester Especial Fronteras.
Un recorrido por la línea que separaría Catalunya y España en caso de independencia.
Un recorrido tan mágico …como berlanguiano.
Ojito que vienen curvas!!!
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Artículo publicado el domingo, 2 de Noviembre de 2014 en ElPeriódico.com

«Quiero dejar de vivir después. Quiero que mi vida sea siempre antes. Un antes continuo. Uno que no se acabe jamás. Quiero con todas mis fuerzas que nada de lo que haya ocurrido pueda seguir ahí simplemente para hacerme daño. Vivir después es una mierda. Vivir después es lo que nos mata. Lo que nos hunde. Lo que nos hace mal. Causa y defecto. Acción preocupación.
La vida es antes, porque la felicidad está siempre antes. Antes de llegar. Antes de conseguirlo. Aunque haya sacrificio. Aunque cueste. Sobre todo si cuesta. Conseguir algo es el primer paso para dejar de desearlo. Porque el deseo es antes, también. Porque vivir después ya no vale. Vivir después ya está.
En cambio, vivir después es vivir donde está el recuerdo, la nostalgia, el dolor y el resentimiento. Los resultados de tu analítica. El divorcio. El desengaño. La experiencia, dirás. Y una mierda, te digo yo. Por cierto, la mierda es siempre después. Antes se le llamó comida.
Antes hay anhelo, antes puede que haya hambre y haya sed, vale, pero es que después hay empacho o gastroenteritis en el mejor de los casos, o más hambre y más sed en el peor de ellos. Así que ya me dirás.
La distopía, esa sensación continua de que pase lo que pase vamos a peor, la inefable regla del 3, ésa que asegura que a partir de los 30 años, de las 3 de la mañana y de los 3 gintonics, todo siempre es susceptible de empeorar. Un poco lo que nos pasa en este país. Un poco lo que pasa cuando ya has llamado mujer de tu vida a tres mujeres. Y te das cuenta de que lo fueron. Aunque ocuparan sólo su trozo. Porque ése trozo es suyo. Y siempre lo será. Y no por eso has de dejar que lo llamen mentira. Porque la mentira es la única actividad humana que convierte cualquier antes en un después.
Y ahora qué. Preguntarás. Y ahora hacia dónde.
Pues yo qué sé. De mí no esperes respuestas. Ni mucho menos sentido. Ni muchísimo menos dirección. Que yo soy de los de antes. De los que busca siempre vivir antes, que ya te lo he dicho. Porque no hay nada más peligroso que lo que alguien te vende como un antes y un después. Desconfía de quien quiere sacarte de tu antes para llevarte a su después. Porque no hay malo conocido peor que malo por conocer.
Claro que es bueno ir haciendo cosas. Y necesario. E inevitable. Y esas cosas son ellas mismas las que se ordenan en el tiempo. Pero eso no las hacen mejores por el hecho de estar más acá o más allá. Porque si así fuera, sólo iríamos a mejor. Y ya me dirás.
Yo prefiero perseguir antes como quien persigue la luz del sol y no quiere saber nada de ese después al que llamamos sombra. Y así me va. Acumulo ya más finales de los que jamás he empezado. Comienzo a menudo por el final para no tener que enfrentarme tanto a mis principios. Y sonrío de tanto llorar. Y me enamoro sin quererme enamorar.
Seguramente debería ahora hacer una apología del momento, del carpe diem de toda la vida, de aprovechar el momento, cambiarle las letras a vivir por beber y acabar este artículo por todo lo alto provocando en ti una sonrisa, y en mí la desazón de siempre.
Pero es que esta línea es justo la que va después de la anterior. Y ya no se me ocurre cómo mejorarla. Ya está escrita, ya está después. Lo que yo te diga. Seguramente habré perdido el tiempo escribiéndolo, y lo peor de todo, te lo habré hecho perder a ti.
Haberlo pensado antes.»
¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Urbrands, Risto Mejide, Premio Espasa 2014.
El Premio Espasa 2014 de Risto Mejide, Urbrands, llega a su Tercera Edición en tan sólo 48 horas a la venta.
Tras una presentación de lujo con Juan José Millás anoche en Fnac Madrid, Urbrands llega hoy a Barcelona.
La presentación, de la mano de Toni Segarra, tendrá lugar en La Casa del Libro de Rambla a las 19:00.


¿Quieres recibir artículos como éste en tu buzón de e-mail? Suscríbete a ristomejide.com.
Debe estar conectado para enviar un comentario.