Firma de libros de Risto Mejide en Sant Jordi.

Firma de libros de Risto Mejide en Sant Jordi.

Miércoles, 23 de Abril, Sant Jordi. Barcelona.

Risto Mejide firmará libros mañana, día 23 de Abril Diada de Sant Jordi, en Barcelona.

 

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Agenda Risto Mejide Sant Jordi

 

 

 

 

 

 

Le podrás encontrar en:

De 11:00 a 12:00. Abacus, Plaça Catalunya.

De 12:00 a 13:00. Alibi, Rambla Catalunya.

De 13:00 a 14:00. El Corte Inglés, Plaça Catalunya.

De 17:00 a 18:00. Casa del Libro, Passeig de Gràcia.

De 18:00 a 19:00. Casa del Libro, Rambla Catalunya.

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Un Risto Mejide muy tierno – La Voz de Galicia

El publicista confesó que el nombre de su futuro hijo es su gran campaña y se quedó callado cuando Jordi leyó un párrafo de amor de su libro.

El sábado por la noche Risto Mejide acudió al programa La Noria para hablar sobre su despido, entre otras cosas. Muy calmado, aseguró que no estar enOperación Triunfo era lo mejor que le podía pasar en estos momentos ya que «era un programa con el que no estaba de acuerdo». Deseó suerte a todos los «triunfitos» tanto en lo personal como en lo profesional y recordó que su función ahora ya no era nominarles ni criticarles aunque, según confesó, no se acuerda de Mario, el ganador.

Tras una relajada conversación sobre su forma de ser y de expresarse, Risto no dudó en confesar: «a mi la tele no me gusta, me gusto yo» y aseguró que esta etapa televisiva espera que se quede en una anécdota en su vida. «Yo me dedico a otra cosa aunque esto me ha venido muy bien». Además, hizo alarde de su última obra. Su segundo libro. En apenas dos semanas desde su publicación, El sentimiento negativo ya figura entre los tres libros más vendidos de no ficción en nuestro país. Según ha explicado Mejide, El sentimiento negativo (Espasa) contiene momentos de su vida mucho más personales, al contrario que en El pensamiento negativo, su primer libro, en el que hablaba del fracaso y de situaciones más mediáticas, como su experiencia en el jurado del programa televisivo Operación Triunfo (OT).

El diseño del libro hace gala de la originalidad de este publicista, ya que sus cubiertas son dos contraportadas; el texto de algunas páginas -en las que se habla del sexo más explícito- está orientado horizontalmente; la numeración de las páginas es inversa -empieza por la 216-, y hay 50 modelos de dedicatorias sin dedicar, con espacios en blanco para que «cada uno elija la que más le guste» y así «ahorrar» tiempo en las firmas de libros.

Parece que el nuevo libro de Risto Mejide sigue el mismo camino que su primera entrega, El pensamiento negativo, que logró vender más de 40.000 ejemplares.

Vía Un Risto Mejide muy tierno – La Voz de Galicia

“EL SENTIMIENTO NEGATIVO”,Risto Mejide – MarketingDirecto

Dispuesto a comprobar hasta dónde es capaz de aprender.

Profesional de la publicidad y fenómeno televisivo, Risto Mejide ha revolucionado el mercado editorial con su primera incursión en el sector, El pensamiento negativo.

En su segundo libro, Risto Mejide hace una enconada defensa de la parte negativa de los sentimientos y de las emociones. Para ello, expone situaciones comunes de la vida cotidiana, que quedan enfocadas desde ese lado negativo del ámbito sentimental.

Conocido por su participación como jurado en OT, le avalan las buenas ventas de su primera obra: El pensamiento negativo.

Vía «EL SENTIMIENTO NEGATIVO», Risto Mejide – MarketingDirecto

Risto se critica a sí mismo en su nuevo libro, «El sentimiento negativo» – Público

El publicista y productor musical Risto Mejide se critica a sí mismo en su nuevo libro «El sentimiento negativo», en el que narra con ironía capítulos de su vida personal a través de situaciones contradictorias y ridículas, porque, a su juicio, «para criticar a los demás, has de criticarte a ti primero».

Según ha explicado Mejide en una entrevista con EFE, «El sentimiento negativo» (Espasa) contiene momentos de su vida mucho más personales, al contrario que en «El pensamiento negativo», su primer libro, en el que hablaba del fracaso y de situaciones más mediáticas, como su experiencia en el jurado del programa televisivo Operación Triunfo (OT).

Risto, sin deshacerse de sus gafas de sol y con un vaso de ‘sandía colada’ en la mano -además de con una precisión del lenguaje exquisita y rico contenido-, ha admitido: «siempre hay algo de exhibicionismo cuando escribes sobre cosas de tu vida», pero ha apuntado que se mueve mejor en la realidad que en la ficción.

El diseño del libro hace gala de la originalidad de este publicista, ya que sus cubiertas son dos contraportadas; el texto de algunas páginas -en las que se habla del sexo más explícito- está orientado horizontalmente; la numeración de las páginas es inversa -empieza por la 216-, y hay 50 modelos de dedicatorias sin dedicar, con espacios en blanco para que «cada uno elija la que más le guste» y así «ahorrar» tiempo en las firmas de libros.

Aún así, modestamente, Risto ha confesado: «no pretendo ir de nada, sólo pongo mis pensamientos en un papel».

El contenido de «El sentimiento negativo» gira entorno a las vivencias personales de Risto, pero su tratamiento está a la altura de las ‘ristadas’ del crítico musical, y se divide en breves capítulos ‘contra’: Contra la bondad, Contra el éxito, Contra la promesa, Contra la educación, Contra el precio de este libro…

De este modo, sin tabúes lingüísticos ni formales, explica, por ejemplo, su fracaso en sus relaciones sentimentales, su concepción de la belleza, la religión y la sinceridad, su crítica a la deshonestidad política e incluso denuncia el caso de Marta del Castillo.

En relación a su experiencia laboral, también hace autocrítica por su fracasado proyecto de una serie de televisión sobre publicistas -rechazada por MediaPro, Antena 3 y numerosas productoras estadounidenses-, y su sigiloso proyecto musical con el grupo Labuat, al que pone voz la ganadora de OT 2008, Virginia Maestro.

Risto Medjide ha demostrado con su segundo libro su madurez al asumir errores, la transparencia de su persona -no personaje-, y su ingenio para obtener ideas contradictorias de actos cotidianos.

«Los que me critican cuando publico un libro creo que se equivocan muchísimo porque quizás, gracias a que yo escribo, hay mucha gente que abre un libro» por primera vez, ha sentenciado.

Mejide ha admitido que a través de su participación en OT ha podido darse a conocer como escritor, aunque ha aclarado que «el libro no es una prolongación del personaje televisivo» porque muestra «sentimientos y emociones puras».

Respecto a la diferencia entre el Risto escritor y el Risto antipático de OT, el creativo publicitario ha dicho que «cualquiera que sale por la televisión es un personaje, porque la televisión sólo enseña una parte de ti y desde el momento en que sales te conviertes en una caricatura. La televisión es maniquea».

«En el programa estoy enfadado porque no me gusta lo que veo, pero no voy enfadado por la vida», ha explicado Risto.

En este sentido, Mejide da una gran importancia a las filosofías de vida, cosa que queda registrada en algunos capítulos de su obra, y ha confesado que por ellos suele leer libros de ensayo, de pensadores como Jorge Wagensberg, José Antonio Marina, Jesús Mosterín, Eduard Punset y Salvador Pániker.

«Salvando las distancias», con ellos comparte la capacidad de divulgar y hacer asumibles conceptos complicados, en su caso sobre la publicidad y la producción musical y, a partir de «El sentimiento negativo», sobre las emociones.

Vía Risto se critica a sí mismo en su nuevo libro, «El sentimiento negativo» – Público.es 

El día que te merezca.

El día que te merezca seré una persona increíble. El día que te merezca seré, de lo bueno, lo mejor. Me admirarás casi tanto como yo te admiro, me envidiarás casi tanto como yo a ti hoy. Los pajaritos se dejarán de cantar babosadas, las nubes se levantarán cachondas perdidas y las vírgenes suicidas abandonarán sus dos vocaciones de un polvazo y sin dilación. Todo eso el día que yo te merezca, todo eso el día que tú te merezcas algo como yo.

El día que te merezca habré hecho tanto por ti como lo que tú ya has hecho por mí. Poner cara de que estás conmigo cuando nadie más lo está. Y ponerla hasta partírtela si hace falta por cualquier tontería indefendible que se me caiga de la boca. Hacer ver que tengo razón aún cuando ya hace rato que me la quitan de las manos, oiga. Y aflojármela un poco cuando ya hacía tiempo que se me estaba atragantando. Nuestra amistad dará por fin balance cero, pero un cero con muchos unos a su izquierda y bien relleno de aparentes sobras, como todo buen relleno.

Y es que el día que te merezca, al resto del mundo, que le den. Esta sensación de no llamarte ni oírte ni verte lo suficiente no creo que desaparezca, pero como mínimo tendré claro que a ti también te compensa.

Ya sé que nada cambiará demasiado por tu parte el día que te merezca. Seguirás sin exigir tu cambio, como hasta ahora. Seguirás al otro lado de mis cosas, como hasta siempre. Con la distancia prudencial del que viaja todo el trayecto por el carril de al lado, exactamente a la misma velocidad, seguramente hacia cualquier destino menos el mío. Pero mira, igual para entonces ya me siento mejor, por estar dando a la altura de lo que llevo recibiendo durante todo este tiempo.

Mientras tanto, tendrás que conformarte con lo que hay. Mientras tanto, tendrás que perdonarme si sigo siendo fecha en tu calendario, inversión al cero por ciento de interés, llamada perdida de tanto en tanto que te recuerda que tenemos que quedar, y ese encuentro esporádico con todas las garantías de poder retomar las cosas justo en el punto donde las dejamos.

Ahora que lo pienso, es difícil que llegue el día en que te merezca. La entropía no deja de ser la religión de la naturaleza, la asimetría, su liturgia, y lo natural, este equilibrio caótico entre cosas muy desequilibradas que tienden a desordenarse juntas. Y las personas, las relaciones, las amistades y hasta las cosas más descojonantes, como la pareja, representan equilibrios jodidamente inestables, imposibles, contradictorios… aunque necesarios.

Corte al final de mi película favorita. Un tipo va al psiquiatra y le cuenta, oiga, mi amigo cree que es una gallina. Y el psiquiatra le pregunta y por qué no me lo trae. El hombre contesta, no puedo, necesito los huevos.

A lo que iba.

El día que te merezca te llamaré amigo.

El día que te merezca, te llamaré.

Lo poco que sé de la vida.

Lo poco que sé de la vida está en los libros que nunca leo. Lo poco que sé de la vida está en las líneas que no escribí. Lo poco que sé de la vida se cuenta tomando un café, se entiende tomando una copa y se olvida tomando dos.

Que nadie se me emocione ni albergue falsas esperanzas, porque con lo poco que sé de la vida, a duras penas se llena un corazón, por pequeño que sea. 

Empiezo por lo que sé con toda seguridad. Sé que, con suerte, te vas a morir una vez. Así que procura no morirte más veces por el camino. No hay nada peor que esa gente que se va muriendo antes de morirse del todo. Para evitarlo, te regalo un método infalible. Mientras tú vayas decidiendo, todo está bien. El día que dejes de decidir, ese día, cuidado, porque la habrás palmado un poco.

Ten siempre más proyectos que recuerdos, es la única forma que conozco de mantenerse joven. Olvídate de la patraña esa de ser feliz, yate puedes dar con un canto en los dientes si llegas a ser el único dueño de tus propias expectativas.

Que un euro se ahorra, y un polvo se pierde. Para siempre. Que hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar. Por mucho que te cueste pagar las facturas. Por mucho que en las reuniones de antiguos alumnos te miren mal. Es mejor dedicarse toda una vida a algo que te divierte pese a no llegar a fin de mes, que pasarte un solo día trabajando únicamente por dinero.

Entre lo poco que sé de la vida, también te diré que nada de todo esto vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ése es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va.

Ojalá ames mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que te despojen de todo, que hagan jirones de tus ganas y que te veas obligado a remendarlas con el hilo de cualquier otra ilusión. Que desees y seas deseado, que se frustren todas tus esperanzas y que acabes descubriendo que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en brazos ajenos. Dos emociones inútiles asociadas al pasado, arrepentimiento y culpa, y una emoción inútil asociada al futuro, la preocupación. Cuanto antes de desprendas de las tres, antes empezarás a apreciar lo único que tienes.

Qué más. Ah sí. Sé que al menos un amigo te va a traicionar, otro será traicionado por ti, y que te pongas como te pongas, los que no hayas hecho antes de los 30, ya jamás pasarán de buenos conocidos. Cuenta sólo con los tres principales, porque a partir de ahí, todo es mentira.

Para terminar, y hablando del tema, déjame que te presente a tu mejor enemigo. Se llama miedo. Quédate con su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón.

Pensión compleja.

Antes que nada, perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho tiempo que nadie se alojaba aquí, y menos aún con la intención de quedarse.

Ábreme bien de puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre tu luz, que pinten algo los colores, que a este azul se le suba el rojo, que hoy nos vamos a poner moraos.

Y hablando de ponerse, vete poniendo cómoda, que estás en tu casa. Yo, por mi parte, lo he dejado todo dispuesto para que no quieras mudarte ya más.

Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te pienso seguir encontrando. Los primeros están llenos de errores, los segundos, teñidos de ganas de no equivocarme otra vez.

El espacio es tan acogedor como me permite mi honestidad. Ni muy pequeño como para sentirse incómodo, ni demasiado grande como para meter mentiras. Mis recuerdos, los dejé todos esparcidos por ahí, en cajas de zapatos gastados y cansados de merodear por vidas ajenas. No pises aún, que está fregado con lágrimas recientes, y podrías resbalar. Yo te aviso.

El interruptor general de corriente está conectado a cada una de tus sonrisas. Intenta administrarlas bien y no reírte demasiado a carcajadas, no vayas a fundirlo de sopetón.

No sé si te lo había comentado antes, pero la estufa la pones tú.

Y hablando del tema, he intentado que la temperatura del agua siempre estuviera a tu gusto, pero si de vez en cuando notas un jarro de agua fría, eso es que se me ha ido la mano con el calentador. Sal y vuelve a entrar pasados unos minutos. Discúlpame si es la única solución, es lo que tenemos los de la vieja escuela, que a estas alturas ya no nos fabrican ni los recambios.

Tampoco acaba de funcionarme bien la lavadora. Hay cosas del pasado que necesitarán más de un lavado, es inevitable. Y hay cosas del futuro que, como es normal, se acabarán gastando de tanto lavarlas. La recomendación, ensuciarse a su ritmo y en su grado justo. Eso sí, no te preocupes por lo que pase con las sábanas, que las mías lo aguantan todo.

Para acabar, te he dejado un baño de princesa, una cama de bella durmiente, un sofá de puta de lujo y algo de pollo hecho en la nevera. Para que los disfrutes a tu gusto, eso sí, siempre que sigas reservando el derecho de admisión. Aquí no vienes a rendir cuentas, sino a rendirte tú. Aquí no vienes a competir con nadie, sino a compartirte a mí. Y lo de dar explicaciones, déjalo para el señor Stevenson.

El resto, no sé, supongo que está todo por hacer. Encontrarás que sobra algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar, y que echas de menos, sobre todo al principio, alguna reforma en fachada y estructura.

Dime que tienes toda la vida, y voy pidiendo presupuestos.

Dime que intentaremos toda una vida e iré encofrando mis nunca más.