Atiendo con mucho interés a una nueva edición de Branducers, el foro de Branded Content que mi socio y yo arrancamos hace unos cuantos años y que no ha parado de crecer y de incorporar nuevo talento, ahora en manos de la BCMA (Branded Content Marketing Association).
Me llama la atención que 10 años después sigamos tratando de definir el Branded Content:
No discuto la definición. Faltaría más. Mucha gente muy inteligente le ha dedicado muchas horas para llegar a ella. Pero cuando necesitas tantas líneas para definir algo, igual ese algo no se está dejando definir.
Yo prefiero dejar las definiciones para los que las buscan y utilizar guías. Son más amplias, menos restrictivas y sobre todo mucho más útiles a la hora de trabajar. Y sobre todo, dependen siempre de quien las necesite.
Mientras aprendo de los que realmente saben, os dejo las guías que decidimos utilizar para saber qué es y qué no es un Branded Content en el último FIAP, donde tuve el privilegio de ser presidente del Jurado en la categoría Formatos:
– Interrumpen o por el contrario generan el suficiente interés por sí mismos? Son contenidos PULL, o PUSH? Construyen una audiencia propia o por el contrario se aprovechan de otra para interrumpirla?
– Merecen una segunda temporada? Nacen con vocación de continuidad? O son simples «stunts», bromas o prototipos?
– Responden a un insight global? Podrían ser «sindicados» (exportados) a otros mercados?
– Han calado en la POP CULTURE? Su impacto ha sido amplio y profundo en el territorio donde vivieron?
Seguimos aprendiendo.
Pero… ¿Eso se aprende? ¿En serio?
Pues yo paso 🤔
(Me pareció un peñazo…)
Aunque a gustos los colores, como suelen decir.
Yo creo que es pasar de un interruptivo y cansino pull a un push, es decir, crea un contenido atractivo y haz que la gente vaya a buscarlo.
Tantos palabros en inglés… hacéroslo mirar