
Publicado el miércoles, 4 de mayo de 2016, en ElPeriódico.com.
«El otro día pasé un rato largo con un amigo tratando de encontrar en qué momento una crisis de pareja se transforma en un proceso de ruptura. Y no me refiero al momento en el que uno de los dos —o los dos— dicen basta, porque ésa es una fase ya muy avanzada del adiós. Me refiero cuando una persona ya ha tomado la decisión pero aún no lo sabe, o cuando aún no lo quiere saber, cuando aún se lo niega porque no se lo quiere ni creer. Y la respuesta se nos apareció a los dos casi a la vez, con una claridad tan meridiana que rozaba la iluminación. Uno rompe cuando su cabeza ya ha iniciado la mudanza. Uno acaba cuando supera el qué y empieza a plantearse el cómo. Es el turno de la logística emocional.
Cuando las cosas y los lugares no reflejan lo que pasa en el corazón, hay un desequilibrio entre lo que nos rodea y lo que nos rellena, es cuando nuestra cabeza, irremediablemente, tiende a preguntarse cómo lo igualamos. Y como suele ser complicado mandar desde la cabeza órdenes al corazón, lo más sencillo — o para ser justos, lo único posible, porque de sencillo no tiene nada— es cambiar las cosas y los lugares donde ocurren las cosas.
Logística emocional. El doloroso y a menudo involuntario proceso que consiste en cambiar nuestro exterior para que siga siendo fiel reflejo de nuestro interior. Es el momento —si se puede— de cambiar de casa. Porque las casas no sólo recuerdan a las personas, sino también porque las casas fuerzan nuestra manera de vivir. Hay casas pensadas para estar solo. Pero también las hay ideal familias o ideal parejas. Y no te quiero contar la putada que resulta vivir en una casa conviviendo con un hueco. No te lo quiero contar porque lo he sufrido, y no se lo recomiendo a nadie. Bueno, a algunos sí.
Hay quien aprovecha para hacer reformas. O para cambiar de hábitos. Porque algunos hábitos se los llevan esas personas que se nos van.
Pero también es el momento de cambiar de algunos objetos. Las cosas que usamos, que todas tienen memoria. Desde el champú que nunca compramos hasta el tipo de agua que bebíamos hasta ayer. Olores y sabores que tampoco hace falta erradicar para siempre de nuestra vida, pero sí es momento de probar cosas nuevas. O de enterrar para siempre esos recuerdos con vivencias nuevas.
Insisto, no estoy hablando de olvidar y pasar página más fácilmente, que también. Estoy hablando de coherencia entre lo que pasa dentro y lo que pasa fuera. Es como si en casa, ahora que llega el infierno, dejásemos puesta la calefacción a todo trapo. No tendría sentido. A que no.
Piensa que lo contrario consistiría en acumular cosas y sitios que algún día fuimos pero que ya no nos representan. Lo más parecido a un Síndrome de Diógenes Sentimental.»
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Muy buen artículo. Sabias palabras… Por eso los procesos de cambio son tan importantes en nuestra vida. No solo en el aspecto sentimental, en cualquier ámbito de nuestra vida, de vez en cuando, necesitamos cambios…
Lo que me preocupa a mi, son esos cambios que vienen sin que tu lo sepas, esos que sólo los sabe ella, y que te afectan sin que puedas argumentar siquiera, sin que tu puedas incidir, solo aceptar, y casi este mal visto opinar.
Esos cambios están en su cabeza, por h o por b, no coinciden con los tuyos, por ponee un ejemplo futbolistico, es como si se supiera el resultado, pero sólo un equipo de los dos, estuviera enterado, jugarían todo el partido relajados, sabiéndose los ganadores, (perdedor en mi caso) y a sabiendas que interviene un tercero, en este caso el «árbitro» tampoco estuviera enterado.
Solo pensar que no estamos en igualdad de condiciones, aunque uno(sienta más que el otro)como puedes mirar a esa persona y decirle que es lo mejor para el.
Como se sabe? Si no ha sido preguntado? Y no le queda más que aceptar esa «derrota» (es solo una expresión) futbolisticamente hablando. Como? Que razonamiento? Que argumento? Que.validez tiene?
Cuando «eso» se instala en la cabeza, los pies del sujeto en cuestión, se empiezan a poner nerviosos, la incertidumbre se intala, en cada cm y cada poro de la piel, y lo dejan a merced de una idea, certeza, razón, actitud, acción, contraria a la suya.
Con lo que concluye en desesperación, ansiedad, desasosiego, falta de confianza, y termina por hundir la ya maltrecha idea del «AMOR»
En la más alta, ancha y extensa palabra.
«soledad»
¡Deja de jugar al fútbol! Ha salido el sol y ha sido ideal y hemos sonreído…que es maravilloso y lo más importante, hemos aprendido mucho (maravillosa lectura)
¡Esta relación no está en crisis, creo que se siente…aunque estemos en pausa o en modo relax! Así que estate tranquilo (:
Y no te sientas solo, toca tu corazón y me sentirás 👏
Eres fantástico,Risto! No dejas de sorprender a cada tema. Gracias.
Mejor que no hablemos de tocar…nada.
Ideal?
Cada día te pregunto cual seria tu cita ideal?
En que se basa tu sueño?
Que quieres?
Que prefieres?
Dime….
Ideal, no puede ser no rozar tu piel, que me calles o me digas, no digas eso…cada vez que te pronunció mi TE AMO, como puedo salvar el día, la vida y la relación? Sin probar esos labios… Sin que cierres los ojos en tu casa y no sepas encontrar mi sabor en ellos…mirando al cielo? Callando? No diciendo lo que siento? Tras una sonrisa..?
Mirarte, eso nunca me lo podrás prohibir.
Nunca.
No podrás.
Toca. Y siente, si es posible, y que sea yo….
Si eso.
Sabía que no contestarias, quizá el efecto hubiese sido distinto si lo hubieras leído tu.
No quiero pedirte esos besos, no habría que pedirlos nunca, no me deja bien. Tendrían q salir, espontáneos, tendrían que estar en el aire, en nuestros labios.
Me Salva de enloquecer, que me cogieras la mano y la pusieras en tu cintura. Dijo ese gesto más de ti, q el beso. Que por cierto, no te enfades, tardo casí 32′ en llegar….
Te coji desprevenida, y de eso se trata.
No vengas, con la idea de no besarme.
O volveré a subir, las veces que haga falta.
Un beso.
¡De encontrarte de casualidad y de tu buen humor! (Y esa peculiar sonrisa que tanto me gusta)
Que los días de lluvia no sean una excusa para no ser feliz…(aunque se tuerzan un poco)
Y con respecto a los besos, ¡qué le vamos a hacer si son un pescado divino y a mí no me gusta pecar…!😉 (Aunque eso no quiera decir que no tenga ganas)
Leer esto y estar escuchando quizás la mejor canción que puede describir lo que quiero…(me voy enamorando…) y respecto a esos besos…todo empezó así.
Un lugar tan especial…
Escúchala…quizás las ganas, los pecados, y tu Orgullo, bailen juntos y me busquen.
Ojalá.
Yo quiero..
Desesperando..
Pues a pintar el cielo de 💜
¡Haces de mis días grises nubes de colores! Gracias por dejarme sin palabras, intentare compensarlo a lo largo de estos dos días (finde) a ver si captas algo..¡hastaElLunesRomeoDelSigloXxI! 💙